Las ciudades más castigadas fueron Río Bonito do Iguaçu, donde se registraron cinco víctimas mortales, y Guarapuava, con una muerte confirmada en su zona rural. Los equipos de rescate continúan las labores de búsqueda para localizar a una persona desaparecida y posibles víctimas que podrían encontrarse bajo los escombros de decenas de viviendas.

El Gobierno de Paraná informó que se instaló un hospital de campaña en Río Bonito do Iguaçu ante la alta demanda de atención médica. Diez personas fueron reportadas con heridas graves y trasladadas a centros de salud con mayor capacidad.

Río Bonito do Iguaçu, con unos 13,500 habitantes, fue el epicentro del desastre ya que el tornado destruyó cerca del 90% de las viviendas y construcciones. Entre las víctimas se encuentran tres hombres de entre 49 y 83 años, una mujer de 47 y una adolescente de 14.

El subcomandante general del Cuerpo de Bomberos de Paraná, Jonas Emmanuel Benghi Pinto, describió la situación como “un escenario de guerra”, con casas demolidas, árboles y postes arrancados, y vehículos volcados por la fuerza de los vientos.

Ante la magnitud del desastre, el gobernador de Paraná, Ratinho Junior, declaró la calamidad pública para agilizar el uso de recursos destinados a medidas de emergencia. Además, anunció que una vez concluidas las tareas de búsqueda y rescate, iniciarán los trabajos de reconstrucción en las comunidades afectadas.

Con información de agencias