EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
Francisco Alejandro Leyva Aguilar
X: @leyvaguilar
Dicen que solo un
estúpido tropieza dos veces con la misma piedra y eso fue lo que le pasó a
México con la designación de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por instrucciones del único estúpido
en el poder que, ya vimos, lo sigue ejerciendo desde la oscuridad, es decir, el
peje Macuspano. Otra vez una piedra en
la CNDH, pero no se trata de una roca dura que hable por sí misma. No se trata
de una piedra con la que se puedan defender los derechos humanos en México,
sino más bien un terrón de lodo que, con tantito que se moje, se amolda al poder
como una plastilina, esa es Rosario Piedra, la peor presidente de la CNDH que
haya tenido el país en su historia, la peor evaluada y va a repetir y a cobrar
por no hacer nada, en los próximos 5 años. Pero su designación en
sí y lo que haga o deje de hacer en una disminuida CNDH, vale gorro, eso no
importa porque ya sabemos que en la cuatroté, cualquier pendejo es funcionario
y de primer nivel. Lo realmente
trascendente es que la designación, con su aplastante mayoría, nos deja claro a
todo México que el que sigue mandando es el peje López y no la Titina Claudia
Sheinbaum, porque ella estaba consciente de que Rosario Piedra era la peor
ciudadana para ocupar la presidencia de la CNDH. Sheinbaum prefería e impulsaba
a Nashiely Ramírez que, dicho sea de paso, era la mejor evaluada entre los
aspirantes. Yo dije en esta columna
que no podía darle a Claudia Sheinbaum el beneficio de la duda y tuve razón.
Primero con la Reforma Judicial que trató de pararla y luego recibió
instrucciones de su jefe López y ya es una realidad, ahora y en un asunto de
segunda categoría, el peje vuelve a hacer su capricho y hace repetir en la CNDH
a una buena para nada, a pesar de que Claudia insistió en otra opción. En la votación en el
senado para la elección de la presidencia de la Comisión, quienes apoyaron la
propuesta de Claudia Sheinbaum, fueron los senadores de la oposición. El PAN,
el PRI y MC evaluaron a los aspirantes y decidieron que Nashiely Ramírez era la
mejor opción, pero Adán Augusto tenía otros datos y, otras instrucciones. Un asunto trivial, se
convirtió en un asunto tribal. El manotazo de López, al través de su caterva de
diputados y senadores de Morena a la investidura presidencial que hoy tiene
faldas, fue sonoro y escandaloso. Le dijo con toda literalidad ¡AQUÍ MANDO YO!. Y ¿cuál fue la
respuesta de la presidente (con E) de la república?, un pasmoso, sumiso y
subordinado silencio. ¿A poco no le importa a Claudia Sheinbaum quién será la
presidente de la CNDH?, ahora ya no le debe preocupar sólo eso, sino cómo le va
a hacer para que, ante la filosa opinión pública, ella no quede como una tonta,
como una marioneta cuyos hilos se manejan desde la Chingada. Luego de la designación
de Rosario Piedra, los senadores morenistas en un acto servil y chocante, le
pusieron en la sede de la más alta tribuna del país, las mañanitas al vejete
macuspano como un ridículo colofón que llevaba claro mensaje a la inquilina de
Palacio Nacional. Está visto que Claudia
Sheinbaun NO manda en nuestro país y tras bambalinas, como un virus que no se
deja ver pero que hace mucho daño, el peje sigue moviendo los hilos de la
política, al través de los infectados cerebros -con ese virus- de Ricardo Monreal
y Adán Augusto López que no le puede decir que no al vejete. El trasfondo no es otro
que proteger los intereses de corruptos y asesinos como Luis Crescencio
Sandoval, el ex secretario de la defensa con López que, aunque Claudia no
quiera, sigue mandando en el ejército. Luis Crescencio Sandoval conoce a la
perfección la postura de Nashiely Ramírez respecto del ejército y, si hubiese
sido ella la titular, muchas denuncias en contra del ejército y del propio
Crescencio iban a prosperar en recomendaciones. Por eso el peje que
sabe de lo que fueron capaces los militares en su gobierno y en gobiernos
anteriores, no puede darle un cheque en blanco a la presidente (con E) Claudia
Sheinbaum, menos ahora que se ha aprobado la militarización de la Guardia
Nacional. Luis Crescencio
Sandoval, por instrucciones de su jefe el peje, habría platicado con Adán
Augusto -que a su vez ya tenía instrucciones desde la Chingada- para decirle
que “la estrategia de seguridad que impulsa el gobierno necesita que las
fuerzas de seguridad tengan máxima cobertura y estén libres de
cuestionamientos”… ¿pues qué van a hacer? Por eso Titina no pudo
meter las manos en la designación de la nueva titular de la CNDH y así será con
todo lo que se le antoje al peje, a menos que se faje bien la falda y mande al
loco ese, mucho más allá de la Chingada. @leyvaguilar Instagram: leyvaguilar_ Facebook: Francisco
Alejandro Leyva Aguilar
