EL ZUMBIDO DEL MOSCARDÓN
Francisco Alejandro Leyva Aguilar
Twitter: @leyvaguilar
No creo que haya un solo
mexicano que no esté interesado en la transparencia gubernamental… perdón por
el exabrupto, si hay mexicanos interesados en la opacidad y lo peor es que,
quien debería resguardarla, es precisamente el que quiere desaparecer y acotar
los instrumentos que nos llevó años consolidar en México como el Instituto
Federal de Acceso a la Información (IFAI), que fue el antecedente el Instituto
de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI) que
hoy el peje quiere desaparecer y que lo tiene en la inoperancia. En una democracia participativa,
no cabe la opacidad y por tanto los países que se jactan de tener este tipo de
democracia, no pueden prescindir del acceso a la información pública. Todos sus
ciudadanos tienen la posibilidad de saber en qué se gastan los recursos que son
públicos, es decir, de los ciudadanos, no de los gobiernos. La discrecionalidad con la que
ese gastaban los recursos públicos, dio paso a la creación de instrumentos de
consulta que nos permitieron a los ciudadanos conocer en qué se invierten los
recursos producidos por las empresas del estado, pero también de nuestros
impuestos y ese fue un gran logro de la suma de voluntades de los tres grandes
partidos políticos en el México de la era moderna (PAN, PRI y PRD). Por lo mismo en México en la
época en que gobernaba Vicente Fox Quesada y por impulso de las fuerzas
políticas opositoras (PRI y PRD), se impulsó la creación del Instituto Federal
de acceso a la Información (IFAI), como consecuencia de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental (LFTAIP) que fue
promulgada el 11 de junio de 2002 y dicho sea de paso, fue una votación unánime
en aquella legislatura. Es decir, todas las fuerzas
políticas votaron para crear el Instituto que le daba transparencia al
ejercicio del dinero público y acceso a los ciudadanos a consultar, al través
del Instituto, en qué se gastaban los dineros públicos el Gobierno de la
República pero también los gobiernos estatales y los municipales. No obstante en el gobierno del
priísta Enrique Peña Nieto y como resultado de los consensos del Pacto por
México, el compromiso número 83 se cumplió al ampliar las facultades del
Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos, que entonces
era era máximo órgano de transparencia en el andamiaje institucional del país
(Murat J. Pacto por México. Ed. Porrúa. PP 146-147). En esa reforma se dotó al IFAI
ahora llamado Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales (INAI) de autonomía jurídica, presupuestal, de gestión y
decisión y lo erige como un órgano con personalidad jurídica y patrimonio
propios. Esa reforma que se promulgó el 7 de febrero de 2014 reformó los
artículos 6, 73, 76,78,89, 105,110,111, 116 y 122 de la Constitución Política. Esa reforma en especifico
llevada al cabo dentro de los acuerdos del Pacto por México, nos permite -o nos
permitía- a los ciudadanos, conocer el gasto público de sujetos obligados desde
la Presidencia de la República, los Estados, los Municipios, las dependencias
de estos tres niveles de gobierno, partidos políticos, poder legislativo, poder
judicial, órganos autónomos que reciben dinero público e incluso sindicatos. A partir de esa reforma, también
se creó la obligatoriedad de publicitar toda la información que se considere
pública, sin necesidad de que haya un solicitante de la información, por eso
los ciudadanos podemos conocer, por ejemplo en una obra, si se llevó al cabo
una licitación, quiénes participaron en dicha convocatoria, cuáles fueron los
procesos de validación, qué empresa y por qué ganó dicha licitación. Como lo podemos advertir en la
transparencia y rendición de cuentas la creación del INAI tal y como lo
conocemos hoy en día, es uno de los mayores contrapesos para evitar la
opacidad y la corrupción en los sujetos obligados, es decir en las
instituciones y órganos que reciban dinero público, por eso es tan importante
su prevalencia y su funcionalidad que debe estar garantizada por el Estado
Mexicano. Sin embargo y por decisiones de
quien debería garantizar a los ciudadanos ese derecho, es decir el peje López,
el INAI lleva 55 días sin quórum para sesionar, hay casi 4 mil 500 recursos
pendientes de votación, 7 sesiones del pleno que no se han llevado al cabo,
porque hay una persona obnubilada por el poder que necesita guardar debajo del
sillón, todo el cochambre de 4 años y medio de corrupción y de un gobierno
opaco. Andrés Manuel es el presidente
más opaco y corrupto que ha tenido México y por eso, trata de frenar la transparencia
ordenándole a sus senadores que no elijan a los tres consejeros del INAI que
hacen falta para sesionar, porque no quiere que los mexicanos sepamos los
contratos que tienen los amigos de su hijo Andrés, los de Felipa Obrador, los
negocios turbios de la SEDENA y la Marina Armada de México, no quiere
evidenciar a sus cuates y a sus cuotas porque sabe que su gobierno está podrido
por todos lados. De ahí que tengamos la urgencia
de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) intervenga para que el
INAI pueda sesionar y los mexicanos podamos contar con la información que
necesitamos saber para que no nos vayamos a equivocar en 2024, como nos ocurrió
en 2018. @leyvaguilar Instagram: leyvaguilar Facebook. Francisco Alejandro
Leyva Aguilar
