PROSA APRISA
ARTURO REYES ISIDORO
TWITTER: @reyesisidoro
El 17 de octubre de 2018, como presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador prometió por primera vez que en México se
tendría un servicio médico “de primera”, similar al de países como Inglaterra,
Canadá, Dinamarca, Suecia o Noruega. Durante un mitin en Tampico dijo que su
compromiso era ir hacia la gratuidad, que estaba trabajando en ello. “Vamos a
garantizar el derecho a la salud al pueblo de México”, ofreció. Sin embargo, comentó que eso llevaba tiempo
porque una parte del sector la manejaban los gobiernos estatales, por lo que
pediría a los gobiernos de los estados centralizar los servicios para brindar
un mejor servicio. En 2020 volvió al tema, aunque redujo los
modelos a los de Dinamarca y Noruega, donde cuentan con un sistema de salud
público gratuito, “desde que los ciudadanos nacen y hasta que se mueren”. Expresó entonces que la salud como la educación
no son privilegios sino derechos y ofreció de nuevo atención médica y
medicamentos gratuitos. Justificó su ofrecimiento narrando una experiencia
personal, un infarto que sufrió. “Si yo estoy enfermo, ¿cómo no me van a curar?
¿No me van a atender solo porque no tengo para pagar, me voy a morir? Es muy
injusto eso. Me dio un infarto, tuve la suerte de que estaba a 10 minutos de un
hospital y me salvaron por eso. Le pasa lo mismo a una persona…y no hay la
medicina para prepararlo y que alcance a llegar en una ambulancia, entonces
queremos que ahí esté el medicamento, el especialista, es el derecho a la salud
y poner todo el énfasis en la prevención y en el primer nivel de atención
médica”. No aclaró entonces que el hospital en el que lo
atendieron fue en el Médica Sur, privado, donde cobran hasta por respirar, ni
cómo hizo para pagar, porque según él ha vivido con 200 pesos en la cartera. El 27 de diciembre de 2022 volvió la burra al
trigo. Declaró que a más tardar en un año México tendría un sistema de salud pública
como Dinamarca, “o inclusive mejor”. Fijó como meta a finales de este año. Ya en este año, el 27 de enero, en Michoacán
dijo que antes de que concluya el sexenio se tendrá un sistema de salud mejor
que el de Dinamarca. “No va a haber límite de presupuesto, es lo que
se necesite para tener un sistema de salud de primera. Nuestros adversarios
dicen que no va a ser como yo planteo, se burlan, dicen que dije que va a ser
un sistema de salud como el de Dinamarca. No, ahora lo estoy pensando mejor y no
va a ser como el de Dinamarca, va a ser mejor que el de Dinamarca”. El 28 de febrero pasado volvió a la carga.
Expresó que seguía en pie su promesa de que en este año México tendrá un
sistema de salud universal, “eficaz y gratuito, o sea que sigue en pie lo de
Dinamarca, para que nuestros adversarios vayan tomando nota”. Ofreció que cada
15 días estaría informando sobre el avance. “NO HAY
ANESTESIÓLOGOS… YA SE FUERON VARIOS” Ayer en Xalapa, en el portal informativo
espejodelpoder, del periodista Raymundo Jiménez se informó que el Hospital
Regional de Xalapa “Dr. Luis F. Nachón” anunció a sus pacientes que quedan
suspendidas las cirugías programadas y las consultas externas de especialidad
por tiempo indefinido, “por lo que los pacientes tendrán que buscar otras
opciones en salud pública o acudir a la medicina privada”. Publicó el facsímil de un oficio firmado por el
doctor Melito Lozano Morales, Jefe del Servicio de Cirugía General, que envió a
la doctora Reina I. Uscanga Uscanga, subdirectora del nosocomio, en el que le
indica que la medida aplica a partir de ayer jueves 23 de marzo. “Lo anterior obedece a la situación actual del
servicio de anestesiología que Usted ampliamente conoce y derivado del acuerdo
unánime de los especialistas del servicio, en la junta de servicio llevada a
cabo el día 17-03-2023”, se lee en el documento. “Esta medida emergente tiene un carácter
indefinido hasta la solución definitiva de la problemática general por el
servicio de anestesiología en la atención de la cirugía electiva”, le expone.
El oficio fue dirigido también al doctor Elías Roched Osorio, director del
Hospital, y a la doctora Dafne Cabrera Yáñez, coordinadora de Consulta Externa. ¿Cuál es “la situación actual del servicio de
anestesiología que usted ampliamente conoce”? El columnista trató de indagar en
fuentes de los servicios médicos del Sector Salud. “No hay anestesiólogos...Ya
se fueron varios... Y los que quedan respingaron... Que hasta que no contraten
más... Que es mucha la carga”, fue la respuesta que obtuvo. Basta ponerse en el lugar de un enfermo al que
le urge que le practiquen la cirugía porque de eso depende su vida, que ha
estado días, semanas, meses esperando, y que no tiene recursos para acudir a un
especialista y a un hospital privados, para imaginarse el impacto anímico de la
mala noticia que agravará su estado de salud; ponerse en el lugar de sus
familiares para sentir y vivir la impotencia de ver que jueguen así con la vida
de un ser querido. ¿Qué tiene que decir ante esto el gobernador,
de que una dependencia de su gobierno está cometiendo verdaderos crímenes de
lesa humanidad con personas por cuya salud se supone que debe velar? ¿Cómo es
posible que estén contratando médicos cubanos que traen pagados en dólares y no
puedan pagar bien a anestesiólogos locales para que no abandonen el servicio?
¿Cómo creerle a López Obrador cuando no pueden resolver siquiera un problema de
un hospital menor en tamaño, aunque no por ello menos importante? El oficio es contundente. No pueden negar que
no sea cierto ni tampoco querer justificar la grave irresponsabilidad oficial
con cualquier pretexto. No son los “conservadores” quienes lo están diciendo ni
es la prensa independiente la que lo está denunciando. ¿Quién va a responder si
algún enfermo pierde la vida, que roguemos porque no ocurra? PERO PARA
EL HIJO MAYOR DE AMLO, TODOS LOS PRIVILEGIOS ¡Aaah!, pero que no se trate de la familia
presidencial porque para ellos sí hay todos los privilegios. Hace 15 días, en su programa “Loret en
Latinus”, Carlos Loret de Mola reveló que mientras José Ramón López Beltrán, el
hijo mayor del presidente Andrés Manuel López Obrador, estuvo internado en el
Hospital Central Militar enfermo de Covid-19, en febrero de 2021, recibió un
trato privilegiado por parte del Ejército. La información la obtuvo de uno de los correos
electrónicos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por
parte del grupo “Guacamaya”. A través de una tarjeta informativa enviada al
secretario particular del titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval,
firmada por el teniente coronel Marco Antonio Palomares Sánchez, se reveló que
la petición del trato especial para el hijo así como para su esposa Carolyn Adams
fue hecha por la esposa de AMLO, Beatriz Gutiérrez Müller. De acuerdo con Latinus, elementos de las
Fuerzas Armadas hicieron labores de limpieza en el domicilio particular de la
pareja (ella también se había contagiado), que adicionalmente tuvo consultas
permanentes en su casa, así como servicio de enfermería. Pero no solo eso. “El Ejército se encargó
también de conseguirle medicamentos a él, medicinas que no estaban aprobadas
por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris)
y que, por lo tanto, no estaban disponibles para los miles de mexicanos que
estaban internados por el virus y que tenían diagnósticos graves”. De acuerdo a lo que reveló Loret, con base en
información de la propia Sedena, la misión de tres militares era ir a recoger
el Remdesivir y Baricitinib al almacén centro de la Secretaría de Salud de la
CDMX y de la Aduana del Aeropuerto Internacional, para llevarlos al Hospital
Central Militar, donde era tratado López Beltrán. Según se informó, durante la
pandemia el Remdesivir alcanzó un costo de 40 mil pesos. Al menos debieran ser menos pretenciosos y ser
más humildes. Nos están prometiendo un servicio médico gratuito mejor que el de
Dinamarca cuando acaso apenas si estamos, en tratándose de carencias, igual que
al nivel de Haití, y creo que es mucho decir.