Según la organización ambientalista Conibio Global, supuestos militares estadounidenses estaban en la zona fronteriza de Reynosa, en la desembocadura del Río Bravo, y colocaron señalizaciones del lado mexicano.

Jesús Ibarra, presidente de la asociación ambientalista, manifestó preocupación y alertó que dicha acción se podría “considerar como una invasión”.

No obstante, el Gobierno mexicano apuntó que “durante las primeras consultas realizadas por el Consulado de México en Brownsville, no se identificó confirmación de que los señalamientos hubieran sido colocados por alguna autoridad estadounidense”.

“La Secretaría de Relaciones Exteriores estableció comunicación sobre este incidente con la Embajada de los Estados Unidos en México. Asimismo, la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) iniciará las consultas técnicas necesarias para esclarecer cabalmente el incidente, así como realizar la revisión que establecen los tratados vigentes de límites y aguas de los mapas e instrumentos que delimitan la frontera entre ambos países”, se informó.

Con información de López-Dóriga Digital