En un corto mensaje enviado a la prensa el organismo encargado de administrar las prisiones (SNAI) informó sobre el hallazgo de los cadáveres en sus celdas “durante la revisión de pabellones” en la prisión Guayas N°1. 

Las autoridades no han precisado si los presos tenían señales de violencia, ni si pertenecían a bandas criminales. 

En las afueras de la prisión algunos familiares de reclusos se acercaban esta mañana para pedir información sobre sus parientes, constataron periodistas de la AFP. Varias ambulancias entraron a la cárcel.

 Los fallecidos se encontraban en el pabellón 5 de esta prisión que alberga a unos 6 mil 800 presos y es parte de un gran complejo penitenciario. 

Según medios locales, ese pabellón está controlado por una banda denominada Las Águilas que impone su ley y extorsiona a los presos. 

En Guayaquil (suroeste), principal puerto comercial de Ecuador, han ocurrido la mayoría de las más de 400 muertes de presos en las masacres carcelarias registradas desde febrero de 2021. 

El gobierno del presidente derechista Guillermo Lasso considera que las matanzas son producto de choques entre bandas rivales vinculadas al narcotráfico, que se disputan a sangre y fuego rutas y territorio para el tráfico de drogas. 

Las masacres dejan cuerpos degollados, calcinados y desmembrados en un país golpeado por un repunte de la violencia y sumido en la peor crisis carcelaria de su historia. La más grave se registró en septiembre de 2021, cuando 119 presos fueron asesinados. 

Terror

Los muertos se cuentan a diario en la espiral de violencia que envuelve a Ecuador, con balaceras, ataques con coches bomba, asesinatos a manos de sicarios y secuestros extorsivos. 

La última matanza carcelaria ocurrió el cinco de abril cuando un enfrentamiento entre reos dejó tres muertos y un herido en La Roca, una prisión de máxima seguridad en Guayaquil. 

El terror tras las rejas se desató en febrero de 2021. Desde entonces, se han dado casi una veintena de sangrientas masacres en las cárceles de Ecuador, algunas de las cuales se cuentan entre las peores de Latinoamérica. 

El narcotráfico y la violencia en el otrora pacífico Ecuador deja una estela de violencia, con un aumento en los homicidios y las incautaciones de droga (200 toneladas el año pasado). 

La tasa de asesinatos casi se duplicó entre 2021 y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100 mil habitantes, según las autoridades. 

El martes, una treintena de hombres fuertemente armados atacó a un grupo de pescadores en un puerto artesanal de la provincia de Esmeraldas, que se encuentra bajo estado de excepción por los altos índices de criminalidad. 

Con capacidad para 30 mil personas, el sistema penitenciario ecuatoriano alberga a 31 mil 319 reclusos, según el primer censo realizado el año pasado. 

En 2021, la superpoblación alcanzó 39 mil reclusos, pero en medio de las matanzas el Ejecutivo otorgó indultos y beneficios para descongestionar las prisiones. 

Un comité de pacificación creado por el presidente Lasso señaló en abril pasado que las cárceles ecuatorianas “se consideran bodegas de seres humanos y centros de tortura“.