PROSA APRISA
Arturo Reyes Isidoro
X: @ReyesIsidoro
Refulge
la buena estrella política de Sergio Gutiérrez Luna Con
el visto bueno de la presidenta Claudia Sheinbaum (no pudo haber sido de otra
manera), el diputado federal veracruzano (de Minatitlán), Sergio Gutiérrez
Luna, fue electo ayer presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la
Unión. Por
ese motivo será quien conduzca los trabajos de la LXVI Legislatura durante el
primer receso del primer año de ejercicio de ese órgano legislativo. Ningún
otro veracruzano, ni veracruzana, quedó incluido en alguna de las tres
vicepresidencias ni de las siete secretarías que integran la Mesa Directiva de
la mencionada comisión. El
exaspirante a la gubernatura de Veracruz mantiene así su buen nivel y su buena
presencia política en el escenario nacional y conserva la confianza de la
presidenta, luego de que prácticamente condujo, también con todo el éxito, la
presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados tras el
fallecimiento de la inicial presidenta Ifigenia Martínez. Es
obvio que no lo sostiene en el cargo la lideresa natural de Morena, Claudia
Sheinbaum, porque pudiera resultarle simpático, sino por su trabajo efectivo y
de resultados, por su experiencia y por su capacidad de cabildeo, que le
permitió sacar adelante, en 1-2 con el coordinador parlamentario de su partido,
Ricardo Monreal, las reformas que dejó pendientes el expresidente López Obrador
y que retomó la nueva presidenta, más otras que ella promovió. En
la nueva legislatura y con la nueva presidenta ha mantenido un bajo perfil,
dedicado de lleno a su tarea legislativa y a su representación ante el INE, y
ha podido transitar por y sobrevivir en esa selva humana, llena de tantos
peligros como fieras hay, sin mayores daños, y en el pasado escándalo suscitado
entre el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Adán Augusto López,
y el de la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, trató de mediar hasta donde
pudo, mostrando otra faceta, la de conciliador político. Hablamos
a finales de octubre pasado. Me dijo entonces que tenía toda la intención de
venir al estado en este diciembre para saludar a tantos amigos que hizo y dejó
en todo el territorio estatal, incluidos los de los medios, pero su nuevo
nombramiento indica que será para otra ocasión. Que
se recuerde, Sergio, como aspirante a la gubernatura, nunca se confrontó con
Rocío Nahle y siempre mantuvo respeto hacia ella. Cuando vio que el proceso
interno y la decisión del entonces presidente López Obrador la favorecían,
levantó su casa de campaña sin hacer ruido y regresó a la CDMX para sumarse a
las tareas a favor de Claudia Sheinbaum. Es
notable el hecho también de que en Veracruz fue el coordinador de la campaña
del entonces aspirante presidencial Adán Augusto López, a quienes los unió,
además, la hostilidad que sufrieron tanto del entonces gobernador Cuitláhuac
García Jiménez como del secretario de Gobierno, Eric Cisneros, hostilidad que
extendieron a Ricardo Monreal, los tres hoy encumbrados en el manejo y
conducción de los asuntos legislativos del país. Sergio
Gutiérrez, Manuel Huerta, Ricardo Ahued, la caballada de Morena para el 2030
está gorda. Rocío,
gobernadora, pero también, de hecho, la dirigenta de Morena En
vísperas del cambio de gobierno en Veracruz, me atreví a considerar que la
nueva gobernadora Rocío Nahle marcaría una sana distancia de su partido. (La
frase sana distancia la usó por primera vez el entonces candidato presidencial
del PRI, Ernesto Zedillo, el 4 de agosto de 1994, para marcar distancia entre
su partido y el gobierno; dijo incluso que sería un priista pasivo). Lo
di por hecho porque pensé que secundaría la línea que había marcado Claudia
Sheinbaum, entonces presidenta electa, quien el 22 de septiembre había
anunciado su separación temporal de la militancia de Morena para dedicarse a
gobernar para todos los mexicanos. Me
equivoqué. Rocío no lo hizo. Luego entonces, asumió la gubernatura, pero
también, de hecho, la dirigencia de su partido (la dirigencia formal, una
figura partidista meramente decorativa en Veracruz, la encabeza Esteban Ramírez
Zepeta). ¿Por
qué no lo hizo? Hoy cabe pensar que para dirigir personalmente el proceso de
selección o designación de candidatos o candidatas, “y/o cualquier persona con
otra expresión o identidad de género”, como dice la convocatoria de Morena, a
presidentes municipales, síndicos y regidores. Decidió
asumir, así, la responsabilidad de las postulaciones de los candidatos guinda
y, de hecho, también, de los externos, que son de los partidos aliados, PVEM y
PT, pero entonces, en automático, igualmente, la responsabilidad de los
resultados. ¿Por
qué ella se pone al frente? Cabe pensar que o no le ve tamaños y la capacidad a
Ramírez Zepeta para enfrentar con éxito la empresa, o bien, de plano, que no le
tiene confianza. Esto
último estaría justificado. Son muchos los casos de los que he escuchado o sé
de personas que andan proclamando que ya tienen amarrada la candidatura porque
son sus amigos o ya se arreglaron con él, o por compromisos contraídos cuando
Cuitláhuac García Jiménez, de quien Esteban es incondicional, era el
gobernador. Ayer
especulé la posibilidad de que el verdadero fondo de cinco foros regionales en
el estado, que anunció la propia gobernadora, para principios de enero, a fin
de “consolidar” el Plan Veracruzano de Desarrollo, sea mantener viva la
presencia de Morena entre el electorado ante la proximidad de las elecciones
municipales en junio próximo. Todos
los aspirantes andan ya desbocados, ansiosos de obtener la codiciada
candidatura. Todos aseguran ser los mejores, pero como dice Mateo en la
Parábola de la Fiesta de Bodas (22:14), “Muchos son los llamados, pero pocos
los elegidos”. No
se cree que esta vez no suceda, que quienes creen que son los mejores para
ganar, si no son los elegidos busquen entonces otro partido que les otorgue la
posición, y vaya que si Movimiento Ciudadano y el PAN, sobre todo (acaso
algunos cuantos quieran ir por el PRI), no estarían dispuestos a abrirles sus
puertas para arroparlos. Este
es un riesgo político para Rocío, que haya deserción o alejamiento de
militantes o simpatizantes para competir con otras siglas y colores, riesgo que
se acrecienta porque los miles de trabajadores que acaban de ser despedidos
para colocar a los nahlistas querrán tomar venganza votando en contra de
Morena. Creo
que en este juego y rejuego el partido que puede salir ganando es Movimiento
Ciudadano, que en los últimos procesos electorales ha ido creciendo, porque de
alguna manera ofrece una opción nueva, alejada del panismo y ya ni se diga del
priismo, con el ingrediente en el estado de que su dirigente moral, el
exgobernador Dante Delgado, dejó buenos recuerdos y un mundo de relaciones
entre miles de veracruzanos que lo recuerdan con cariño o agradecimiento, que
han transmitido a sus descendientes. 17
días después no se sabe nada de Nena de la Reguera El
pasado 3 de diciembre comenté en este espacio que la nueva secretaria de
Turismo, Dulce María Nena de la Reguera, había sido la única funcionaria que no
había estado en el acto en el que la gobernadora Rocío Nahle les había tomado
la protesta a sus colaboradores; que lo que se sabía era que se había sometido
a una intervención quirúrgica y que aún no estaba recuperada. Ayer,
17 días después de que entró en funciones el nuevo gobierno, la agencia AVC
Noticias publicó que preocupa a los empresarios turísticos de Orizaba y de las
Altas Montañas, así como a prestadores de servicio, la ausencia de Nena, a
quien ni siquiera conocen, según declaró el vicepresidente del Consejo de
Turismo de esta zona, Luis Cruz Montesinos. “No
se ha presentado, no ha tenido alguna gira, alguna presentación para
informarnos cuál va a ser su proyecto, su plan de trabajo, cómo nos podemos
sumar”. Habrá que esperar para saber si hay alguna explicación oficial de su
ausencia. Este
miércoles, la “posada del pueblo” Con
todo el ritmo y ruido posible, el “senador del pueblo” Manuel Huerta está
invitando a la “posada del pueblo”, este miércoles a las 7 de la noche en el
Salón Caracol de la capital del estado. Animarán dos grupos de salsa. La
entrada será libre.
