Destacó que gracias a los cuidados de los ciudadanos que se encargan de recibir el material electoral días previos a la elección, además de contar los votos, siendo funcionarios de casillas y los otros que fungen como observadores electorales, así como los representantes de partido y la propia sociedad; se garantiza el proceso.

“Tal vez en los años 60s, 70s, 80s y 90s pudo haber pasado esto, pero para precisamente evitarlo es que nació el Instituto Federal Electoral, hoy INE, y el conteo de los votos recae en los ciudadanos”, refirió.

El funcionario electoral aseveró que en esta elección concurrente, tanto el INE como el OPLE están enfocados en la organización del proceso electoral, donde parte fundamental es la capacitación de los ciudadanos que serán representantes de casilla.

En ese sentido reiteró, que mientras más ciudadanos participen, menor será el riesgo de que pueda ser alterado el resultado de una elección.

Indicó que los ciudadanos insaculados son capacitados para llevar a cabo el conteo de los votos, así como el llenado de las actas, de las cuales reciben copia cada uno de los representantes de partido.

Por lo cual insistió que es imposible que se roben una elección, se cometa un fraude, aunque reconoció que sí pueden presentarse otro tipo de situaciones ajenas al trabajo del día de la votación que hacen los ciudadanos, como es la coacción del voto previo a la llegada a las casillas.