La escultura hecha de roca volcánica representa a un ser mítico: la cara de un jaguar, nariz de serpiente, rodeada de tres bandas para dar “profundidad y grandeza”, explicó Mario Córdova, arquitecto del Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

Durante una conferencia de prensa en Denver, Colorado, donde hace aproximadamente 18 años antes le había pedido al gobierno mexicano que buscará la pieza ya que solo tenían dibujos y algunas fotografías de ella. 

“¡Qué noticia tan agradable! Porque nos habían dicho que nos la iban a entregar en septiembre o después. Entonces nos aceleramos y estamos muy agradecidos”, apuntó. 

Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard, subrayó que la localización de esta pieza fue gracias a la estrecha colaboración entre ambos gobiernos, ya que era una prioridad de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. 

“Esta pieza tiene un gran significado para la idea que tenemos de nosotros mismos. Era como una herida no tener esta pieza, como algo esencial que nos faltaba, porque en el sitio estaba la ubicación de la pieza, pero no la teníamos, salvo por un dibujo”, expresó. 

“Esto nos restituye algo que nos explica de dónde venimos y que es parte del patrimonio del pueblo de México, por eso es altamente satisfactorio estar aquí este día”, añadió. 

El canciller sostuvo que la pieza viene a confirmar la importancia de la civilización olmeca, que es una de las más antiguas y destacadas del mundo.