Ni de chiste creo ser el mejor director, y la OSO necesita más gente para ser la mejor orquesta: Faustino Díaz
CANDELARIA LÓPEZ
OAXACA DE
JUÁREZ, OAX.- A poco más de seis meses de asumir el cargo,
y previo al arranque de la segunda temporada como batuta principal de la
Orquesta Sinfónica de Oaxaca, Faustino Díaz afirma que la OSO esta “está
sonando increíblemente bien”. Ocho conciertos, dos estrenos mundiales, tres
directores y dos solistas invitados conformaron la primera temporada
(marzo-junio) ovacionada por poco más de cinco mil personas en el teatro
Macedonio Alcalá, recinto que, salvo una presentación, lució abarrotado. Hoy, tras este andar con la OSO, el trombonista
eteco precisa cómo sucedió su llegada a la dirección de la misma, responde a
quienes critican la suspensión de los conciertos dominicales, habla de los
logros y retos a corto y mediano plazo, y del sello que quiere imprimirle a la
orquesta. Y es que, pese a ser un director en ciernes,
por sí solo su nombre ha hecho que un buen número de oaxaqueños y no confíen en
que la música sinfónica que suene dentro o fuera del teatro Alcalá, sea
realmente representativa de un estado que sigue jactándose de ser cuna de
grandes músicos. —¿Cómo se
da ese sí a la Sinfónica, tras la llegada de Flavio Sosa a la Seculta
(Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca)? —Principalmente porque estaba en el radar de
los músicos, si no hubiera sido así, no hubiera llegado, pero cuando se me
acerca la Comisión (de la OSO) y me dice tu nombre está dentro de la terna,
dije: perfecto, porque si la orquesta no quiere… es imposible. No voy a llegar
por imposición. Además, cuando me entrevisté con Flavio (Sosa) me di cuenta que
era otra cosa, lo opuesto a Víctor (Cata, extitular de la Seculta), con quien
no se podía platicar o te quedabas en las mismas. Flavio es muy directo y así
es muy sencillo trabajar; es decir, dice qué proyectos sí y cuáles no son
realizables. —¿Cuáles
fueron esos acuerdos precisos con Flavio Sosa sobre tu forma de trabajar con la
Sinfónica? —Primero, que ningún director va a venir
gratis, porque en los años anteriores, toda la gestión del maestro Eliseo
(Martínez, exdirector de la OSO), los directores no cobraron un quinto, los
solistas y todos los músicos extras que necesitaba la orquesta, tampoco. —¿Estaba
la Seculta en una zona de confort? —Probablemente. Tanto la Sinfónica como la
Seculta, que se mal acostumbró a decir: por qué les vamos a pagar, no tengo
dinero, entonces el maestro Eliseo hablaba con sus amigos para que vinieran sin
cobrar. —Tuvo
responsabilidad el maestro Eliseo… —La tuvo al no haber exigido el pago para los
directores, pero lo resolvía hablándole a gente muy buena como los maestros
Ramos, e incluso les daba posada. Entonces, esos fueron parte de los acuerdos
mientras yo esté y se han cumplido. —¿Cuánto
se le paga a un solista por tocar en la OSO? —Alrededor de 18 mil pesos. Somos la orquesta
del país que menos paga. La Sinfónica Nacional, la OFUNAM (Orquesta Filarmónica
de la UNAM) o la Orquesta Sinfónica del Politécnico Nacional (OSIPN) pagan 80
mil pesos por un concierto de solista, que es lo que la OSIPN me va a pagar en
noviembre cuando toque con ellos. Entonces, 18 mil pesos es apenas una
gratificación, pero ya es algo a nada; además, se les cubren el traslado al
hotel y los alimentos. Es importante precisar esto porque si continuaran los
conciertos de los domingos sería más difícil porque ningún solista ni director
van a querer venir por 18 mil pesos por dos conciertos, sino al menos por 45
mil pesos, así que por solista y director se volvería una carga, por eso en
Campeche también solo es un concierto para que no queden mal parados. —Entonces
esos fueron los acuerdos… —No podemos empezar si no hay pago. Además de
que el teatro Juárez tenía que estar a disposición de la orquesta para ensayos
y no que los sacaran como antes por algún evento en el mismo. Hasta hoy ningún
ensayo se ha suspendido ni ha habido retrasos, pero lo que más nos importa es
la parte musical, la orquesta está sonando increíblemente bien, hemos abierto
las puertas a varios compositores jóvenes mexicanos desde el primer concierto,
no se recicla tanta música, el nivel de la orquesta está subiendo mucho y ahora
estamos ofreciendo al público conciertos de alta calidad con música muy
compleja. —¿Con
Víctor Cata ya habías mostrado interés por dirigir a la Sinfónica o cómo llegó
la invitación para dirigirla en el Cervantino? —Llegó más por los músicos. Me dijeron que no
tenían director y aprovechando que estaría allí por qué no los dirigía. Les
dije entonces que sí, pero que fueran ellos quienes lo plantearan. Fue así que
quien me habló ni siquiera fue Cata sino Maydelit (Hernández Patiño, entonces
directora de Vinculación, Promoción Artística y Cultural de la Seculta) a
petición de los músicos, pero a propuesta de Alejandro Díaz Avendaño, director
de la Orquesta Primavera de Oaxaca (OPO), quien fungió como consejero musical
de la Seculta para el FIC, y quien ya antes me había pedido armar un proyecto
para el Cervantino, que fue el ensamble con músicos oaxaqueños que también
dirigí. —¿Cómo te
has sentido en estos meses al frente de la OSO? —Híjole. Pensé que iba a encontrarme una
orquesta más renuente o más grillera porque en el ámbito musical nacional el
músico oaxaqueño está catalogado como grandísimo músico, pero también muy
grillero. Oaxaca es la cuna de la grilla, al menos en el ámbito musical, y creo
que en otras cosas también. Entonces, pensé que iba a encontrar una orquesta un
tanto reservada, con la vibra pesada, pero nada que ver, los músicos han estado
muy contentos en los ensayos, vuelve a haber unión porque me decían que antes
de mi llegada ya había grupitos, y hoy ya todos se llevan bien, y que eso siga
así es responsabilidad mía. —¿El que
hoy haya más jóvenes en la OSO, no contribuye a que sea así ese ambiente? —Es normal. Cuando llegué a la OFUNAM tenía 19
años y había puro viejito. A mí me tocó la transición, pero ahorita ves un
concierto de la OFUNAM y son puros jóvenes, ya pasó esa transición por eso la
orquesta está sonando mucho mejor. La OSN está en esa transición y empieza a
sonar mejor cada vez. Yo ataco mucho a la Sinfónica Nacional, pero a la de hace
10 o 15 años porque sonaba tremendamente mal y ahorita dices: ¡ah caray, ya va
mejorando! y ves que es porque hay puro chavo, y eso es lo que está pasando
aquí. Afortunadamente a mí me tocó llegar ahora que hay mucho chamaco que acaba
de regresar de estudiar de México, de Xalapa, de otros lados y lo que quieren
es tocar. Entonces si hubiera en la orquesta tres o cuatro que no quieren tocar
o que ya están un poco hartos, te jala la buena onda. —Flavio
Sosa dijo que la OSO tiene al mejor director… —No. Por supuesto que no. Eso no existe. Ni de
chiste creo que sea yo el mejor director, de San Lorenzo tal vez porque mi papá
ya no dirige, pero si estuviera dirigiendo seguramente me daría “un tiro” con
él. —Y que la
OSO será la mejor… —Esperemos que sí, pero para ser la mejor
orquesta necesitamos más gente, otro percusionista, otro contrabajista otro
clarinetista que toque el clarinete bajo, otro oboísta que toque el corno
inglés, se necesitan varias cosas. —Si
quisieras armar (como en el futbol) un “once ideal” ¿cuántos faltarían? —Bueno, en la OSN y la OFUNAM son 110 músicos,
aquí somos 50, falta el doble, pero con 70 ya sería una buena orquesta y con un
buen personal. —¿Qué hay
del arpa y del piano que habías solicitado a la Seculta? —Ya mandamos la propuesta de qué arpa es la que
queremos. Mandamos tres opciones y la que ellos nos quieran donar ya será
cuestión del Sr. (Alfredo) Harp, quien se comprometió a donarla. —¿Entonces
no está garantizado que la OSO cuente con el arpa para su segunda temporada? —No. Depende cuándo la quiera donar porque
además no son 50 mil pesos, el arpa cuesta al menos un millón de pesos, la más
barata. Y en cuanto al piano ya contamos con el que estaba aquí, que ya está
afinado, y funciona. —¿Qué hay
del Centro Cultural Álvaro Carrillo como la sede de la orquesta para sus
ensayos? —El Álvaro Carrillo no sirve para nada. No lo
conocía, me llevaron a verlo y es una vil caja, pero de verdad no sirve para
nada, de verdad, para nada. No sé qué función se le puede dar a esa cosa. No
sirve absolutamente para nada. —¿Cómo ha
marchado el tema de las demandas de mejoras salariales y laborales para los
músicos, ha habido logros? —Yo no puedo ir a exigir mejoras para los
músicos si primero no tengo resultados musicales. —¿Te
pusiste un plazo? —No hay plazo. La orquesta tiene que ser una
gran orquesta y de verdad estar tocando en un muy buen nivel para entonces sí
decirle, mira, ven a escuchar a la orquesta, ya está en este nivel, y ahora sí.
—Hubo
quienes se preguntaron qué pasó con los conciertos de la OSO los domingos ¿por
qué se cancelaron? —En primera, porque no hay presupuesto para
hacer conciertos los domingos. Hay que pagar más a los solistas, a la gente, y
eso se vuelve un problema porque no puede haber conciertos solo cuando yo
dirija y cuando venga otro no. Y lo más importante, es que se conflictúa con la
Banda de Música del Estado, que dejó de tocar en el Zócalo porque la OSO tocaba
ese mismo día, pero desde que no tocamos nosotros, está tocando otra vez, y ese
sí es un concierto centenario. La orquesta tiene apenas cuatro años tocando
domingos. Entonces, la banda también debería tener
directores invitados, solistas y cambiar su repertorio porque toca lo mismo
desde hace 50 años. necesita un buen director porque el que tiene ahorita no
funciona, no sirve para nada, ni para gestiones, ni para música, se la pasan
tocando boleros y sones de la sierra. Todas las bandas tocan eso, pero la Banda
Sinfónica del Estado es para que propusiera repertorio también y cada domingo
estrenara algo. Debe haber decenas de miles de piezas, pero no las quieren
tocar. Es a la banda a la que habría que exigirle esos conciertos dominicales
porque son por tradición. —Entonces
no habrá conciertos de la OSO los domingos… —No por ahora. Si hay presupuesto, sí. —¿Qué hay
de la propuesta de la Seculta de retomar los conciertos didácticos, sacar a la
OSO del teatro Alcalá y llevarla a otros puntos del estado? —No sé nada de esto. Lo que sí se puede hacer
son conciertos de cámara como el que hizo en mayo pasado el cuarteto de cornos
en el Congreso durante la entrega de la Medalla Álvaro Carrillo o el que en
julio dio el quinteto de metales en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO)
—durante la exposición de un artista plástico originario de San Lorenzo
Cacaotepec, gestionada por él. —A
propósito de ese hecho, ¿cómo se dio? —En la Seculta me dijeron que la orquesta tiene
que cumplir con cierto mínimo de conciertos cada seis meses o cada año, y que
ahora que se quitaron los conciertos de los domingos cómo le harían. Les
propuse grupos de cámara y que ellos me dijeran en dónde podían tocar. —¿Los
ensayos para estos ensambles no genera conflicto entre los músicos por los que
además hay que hacer con la Sinfónica? —No tendría por qué, les conviene además porque
haciendo música de cámara se aprenden muchas cosas. —En la
Banda del Estado ha habido quejas por esos presuntos privilegios a la OSO, tras
tu llegada No tiene sentido, la Banda está basificada,
están sindicalizados. A mí me encantaría que la orquesta tuviera bases y
estuviera en un sindicato porque sería más fácil presionar y mucho más fácil
hacer muchas cosas. Pero la Banda tiene muchas prestaciones, está súper bien
comparado con la Sinfónica, pero no se pueden comparar en términos laborales,
ni musicales (risas). Díaz señala que la figura de un director no se
limita a mover las manos, sino que hay que saber hacer trabajo de gestión de
todo tipo. En su caso, dice, la hace de arreglista cuando es necesario. —Entonces
no eres el consentido de la Seculta… Si estuviera consentido ensayáramos en el
Alcalá todos los días. —¿Cuál es
el sello que quieres imprimirle a la OSO? —Que sea una orquesta jovial, brillante en
cuanto a sonidos, que además pueda tocar todo lo que tenga enfrente; es decir,
de música actual, que sí toque música de hace 500 años, pero que también sea comprometida con los jóvenes compositores mexicanos. —¿Estás
contratado como mando medio? —¿Qué es eso? No sé. Me imagino que sí. —¿Cuánto
ganas? —Pregúntale a Flavio. No vaya a decir una cosa,
y él otra. —¿Cómo
unos 50 (mil pesos)? —Hazme la buena… —Pero
tienes alguna compensación, bono… —No tengo nada de esas cosas, pero te aviso y
te paso una mochada… SEGUNDO
CONCIERTO, SEGUNDA TEMPORADA De cara al inicio de la segunda temporada de la
OSO, Díaz adelanta que además de Yadira Guevara (flautista), Filomeno Ortiz
(saxofonista), es el segundo solista oaxaqueño programado. La primera estrenará
una pieza de Dora Vera compuesta para ella, mientras que el segundo hará el
estreno en noviembre de un nuevo concierto para saxofón de Eduardo Gamboa. En
tanto, Vladimir Sagaydo y Laura Reyes serán los directores invitados.
El segundo concierto de la segunda temporada de
la Orquesta Sinfónica de Oaxaca será este viernes en punto de las 19:00 horas
en el teatro Macedonio Alcalá, que abrirá sus puertas para recibir obras de
Adalberto Ávalos (“Año festivo”), Dora Vera (“Invocando a la lluvia”, estreno
mundial), Carlos Jiménez Mabarak (“Balada de los ríos de Tabasco”) y Blas
Galindo (“Sones de mariachi”). El acceso es libre. Cupo limitado.