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  • Oaxaca de Juárez, viernes, 07 de noviembre de 2025

Ni de chiste creo ser el mejor director, y la OSO necesita más gente para ser la mejor orquesta: Faustino Díaz


CANDELARIA LÓPEZ

OAXACA DE JUÁREZ, OAX.-  A poco más de seis meses de asumir el cargo, y previo al arranque de la segunda temporada como batuta principal de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca, Faustino Díaz afirma que la OSO esta “está sonando increíblemente bien”.

Ocho conciertos, dos estrenos mundiales, tres directores y dos solistas invitados conformaron la primera temporada (marzo-junio) ovacionada por poco más de cinco mil personas en el teatro Macedonio Alcalá, recinto que, salvo una presentación, lució abarrotado.

Hoy, tras este andar con la OSO, el trombonista eteco precisa cómo sucedió su llegada a la dirección de la misma, responde a quienes critican la suspensión de los conciertos dominicales, habla de los logros y retos a corto y mediano plazo, y del sello que quiere imprimirle a la orquesta.

Y es que, pese a ser un director en ciernes, por sí solo su nombre ha hecho que un buen número de oaxaqueños y no confíen en que la música sinfónica que suene dentro o fuera del teatro Alcalá, sea realmente representativa de un estado que sigue jactándose de ser cuna de grandes músicos.

—¿Cómo se da ese sí a la Sinfónica, tras la llegada de Flavio Sosa a la Seculta (Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca)?

—Principalmente porque estaba en el radar de los músicos, si no hubiera sido así, no hubiera llegado, pero cuando se me acerca la Comisión (de la OSO) y me dice tu nombre está dentro de la terna, dije: perfecto, porque si la orquesta no quiere… es imposible. No voy a llegar por imposición. Además, cuando me entrevisté con Flavio (Sosa) me di cuenta que era otra cosa, lo opuesto a Víctor (Cata, extitular de la Seculta), con quien no se podía platicar o te quedabas en las mismas. Flavio es muy directo y así es muy sencillo trabajar; es decir, dice qué proyectos sí y cuáles no son realizables.

—¿Cuáles fueron esos acuerdos precisos con Flavio Sosa sobre tu forma de trabajar con la Sinfónica?

—Primero, que ningún director va a venir gratis, porque en los años anteriores, toda la gestión del maestro Eliseo (Martínez, exdirector de la OSO), los directores no cobraron un quinto, los solistas y todos los músicos extras que necesitaba la orquesta, tampoco.

—¿Estaba la Seculta en una zona de confort?

—Probablemente. Tanto la Sinfónica como la Seculta, que se mal acostumbró a decir: por qué les vamos a pagar, no tengo dinero, entonces el maestro Eliseo hablaba con sus amigos para que vinieran sin cobrar.

—Tuvo responsabilidad el maestro Eliseo…

—La tuvo al no haber exigido el pago para los directores, pero lo resolvía hablándole a gente muy buena como los maestros Ramos, e incluso les daba posada. Entonces, esos fueron parte de los acuerdos mientras yo esté y se han cumplido.

—¿Cuánto se le paga a un solista por tocar en la OSO?

—Alrededor de 18 mil pesos. Somos la orquesta del país que menos paga. La Sinfónica Nacional, la OFUNAM (Orquesta Filarmónica de la UNAM) o la Orquesta Sinfónica del Politécnico Nacional (OSIPN) pagan 80 mil pesos por un concierto de solista, que es lo que la OSIPN me va a pagar en noviembre cuando toque con ellos. Entonces, 18 mil pesos es apenas una gratificación, pero ya es algo a nada; además, se les cubren el traslado al hotel y los alimentos. Es importante precisar esto porque si continuaran los conciertos de los domingos sería más difícil porque ningún solista ni director van a querer venir por 18 mil pesos por dos conciertos, sino al menos por 45 mil pesos, así que por solista y director se volvería una carga, por eso en Campeche también solo es un concierto para que no queden mal parados.

—Entonces esos fueron los acuerdos…

—No podemos empezar si no hay pago. Además de que el teatro Juárez tenía que estar a disposición de la orquesta para ensayos y no que los sacaran como antes por algún evento en el mismo. Hasta hoy ningún ensayo se ha suspendido ni ha habido retrasos, pero lo que más nos importa es la parte musical, la orquesta está sonando increíblemente bien, hemos abierto las puertas a varios compositores jóvenes mexicanos desde el primer concierto, no se recicla tanta música, el nivel de la orquesta está subiendo mucho y ahora estamos ofreciendo al público conciertos de alta calidad con música muy compleja.

—¿Con Víctor Cata ya habías mostrado interés por dirigir a la Sinfónica o cómo llegó la invitación para dirigirla en el Cervantino?

—Llegó más por los músicos. Me dijeron que no tenían director y aprovechando que estaría allí por qué no los dirigía. Les dije entonces que sí, pero que fueran ellos quienes lo plantearan. Fue así que quien me habló ni siquiera fue Cata sino Maydelit (Hernández Patiño, entonces directora de Vinculación, Promoción Artística y Cultural de la Seculta) a petición de los músicos, pero a propuesta de Alejandro Díaz Avendaño, director de la Orquesta Primavera de Oaxaca (OPO), quien fungió como consejero musical de la Seculta para el FIC, y quien ya antes me había pedido armar un proyecto para el Cervantino, que fue el ensamble con músicos oaxaqueños que también dirigí.

—¿Cómo te has sentido en estos meses al frente de la OSO?

—Híjole. Pensé que iba a encontrarme una orquesta más renuente o más grillera porque en el ámbito musical nacional el músico oaxaqueño está catalogado como grandísimo músico, pero también muy grillero. Oaxaca es la cuna de la grilla, al menos en el ámbito musical, y creo que en otras cosas también. Entonces, pensé que iba a encontrar una orquesta un tanto reservada, con la vibra pesada, pero nada que ver, los músicos han estado muy contentos en los ensayos, vuelve a haber unión porque me decían que antes de mi llegada ya había grupitos, y hoy ya todos se llevan bien, y que eso siga así es responsabilidad mía.

—¿El que hoy haya más jóvenes en la OSO, no contribuye a que sea así ese ambiente?

—Es normal. Cuando llegué a la OFUNAM tenía 19 años y había puro viejito. A mí me tocó la transición, pero ahorita ves un concierto de la OFUNAM y son puros jóvenes, ya pasó esa transición por eso la orquesta está sonando mucho mejor. La OSN está en esa transición y empieza a sonar mejor cada vez. Yo ataco mucho a la Sinfónica Nacional, pero a la de hace 10 o 15 años porque sonaba tremendamente mal y ahorita dices: ¡ah caray, ya va mejorando! y ves que es porque hay puro chavo, y eso es lo que está pasando aquí. Afortunadamente a mí me tocó llegar ahora que hay mucho chamaco que acaba de regresar de estudiar de México, de Xalapa, de otros lados y lo que quieren es tocar. Entonces si hubiera en la orquesta tres o cuatro que no quieren tocar o que ya están un poco hartos, te jala la buena onda.

—Flavio Sosa dijo que la OSO tiene al mejor director…

—No. Por supuesto que no. Eso no existe. Ni de chiste creo que sea yo el mejor director, de San Lorenzo tal vez porque mi papá ya no dirige, pero si estuviera dirigiendo seguramente me daría “un tiro” con él.

—Y que la OSO será la mejor…

—Esperemos que sí, pero para ser la mejor orquesta necesitamos más gente, otro percusionista, otro contrabajista otro clarinetista que toque el clarinete bajo, otro oboísta que toque el corno inglés, se necesitan varias cosas.

—Si quisieras armar (como en el futbol) un “once ideal” ¿cuántos faltarían?

—Bueno, en la OSN y la OFUNAM son 110 músicos, aquí somos 50, falta el doble, pero con 70 ya sería una buena orquesta y con un buen personal.

—¿Qué hay del arpa y del piano que habías solicitado a la Seculta?

—Ya mandamos la propuesta de qué arpa es la que queremos. Mandamos tres opciones y la que ellos nos quieran donar ya será cuestión del Sr. (Alfredo) Harp, quien se comprometió a donarla.

—¿Entonces no está garantizado que la OSO cuente con el arpa para su segunda temporada?

—No. Depende cuándo la quiera donar porque además no son 50 mil pesos, el arpa cuesta al menos un millón de pesos, la más barata. Y en cuanto al piano ya contamos con el que estaba aquí, que ya está afinado, y funciona.

—¿Qué hay del Centro Cultural Álvaro Carrillo como la sede de la orquesta para sus ensayos?

—El Álvaro Carrillo no sirve para nada. No lo conocía, me llevaron a verlo y es una vil caja, pero de verdad no sirve para nada, de verdad, para nada. No sé qué función se le puede dar a esa cosa. No sirve absolutamente para nada.

—¿Cómo ha marchado el tema de las demandas de mejoras salariales y laborales para los músicos, ha habido logros?

—Yo no puedo ir a exigir mejoras para los músicos si primero no tengo resultados musicales.

—¿Te pusiste un plazo?

—No hay plazo. La orquesta tiene que ser una gran orquesta y de verdad estar tocando en un muy buen nivel para entonces sí decirle, mira, ven a escuchar a la orquesta, ya está en este nivel, y ahora sí.

—Hubo quienes se preguntaron qué pasó con los conciertos de la OSO los domingos ¿por qué se cancelaron?

—En primera, porque no hay presupuesto para hacer conciertos los domingos. Hay que pagar más a los solistas, a la gente, y eso se vuelve un problema porque no puede haber conciertos solo cuando yo dirija y cuando venga otro no. Y lo más importante, es que se conflictúa con la Banda de Música del Estado, que dejó de tocar en el Zócalo porque la OSO tocaba ese mismo día, pero desde que no tocamos nosotros, está tocando otra vez, y ese sí es un concierto centenario. La orquesta tiene apenas cuatro años tocando domingos.

Entonces, la banda también debería tener directores invitados, solistas y cambiar su repertorio porque toca lo mismo desde hace 50 años. necesita un buen director porque el que tiene ahorita no funciona, no sirve para nada, ni para gestiones, ni para música, se la pasan tocando boleros y sones de la sierra. Todas las bandas tocan eso, pero la Banda Sinfónica del Estado es para que propusiera repertorio también y cada domingo estrenara algo. Debe haber decenas de miles de piezas, pero no las quieren tocar. Es a la banda a la que habría que exigirle esos conciertos dominicales porque son por tradición.

—Entonces no habrá conciertos de la OSO los domingos…

—No por ahora. Si hay presupuesto, sí.

—¿Qué hay de la propuesta de la Seculta de retomar los conciertos didácticos, sacar a la OSO del teatro Alcalá y llevarla a otros puntos del estado?

—No sé nada de esto. Lo que sí se puede hacer son conciertos de cámara como el que hizo en mayo pasado el cuarteto de cornos en el Congreso durante la entrega de la Medalla Álvaro Carrillo o el que en julio dio el quinteto de metales en el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO) —durante la exposición de un artista plástico originario de San Lorenzo Cacaotepec, gestionada por él.

—A propósito de ese hecho, ¿cómo se dio?

—En la Seculta me dijeron que la orquesta tiene que cumplir con cierto mínimo de conciertos cada seis meses o cada año, y que ahora que se quitaron los conciertos de los domingos cómo le harían. Les propuse grupos de cámara y que ellos me dijeran en dónde podían tocar.

—¿Los ensayos para estos ensambles no genera conflicto entre los músicos por los que además hay que hacer con la Sinfónica?

—No tendría por qué, les conviene además porque haciendo música de cámara se aprenden muchas cosas.

—En la Banda del Estado ha habido quejas por esos presuntos privilegios a la OSO, tras tu llegada

No tiene sentido, la Banda está basificada, están sindicalizados. A mí me encantaría que la orquesta tuviera bases y estuviera en un sindicato porque sería más fácil presionar y mucho más fácil hacer muchas cosas. Pero la Banda tiene muchas prestaciones, está súper bien comparado con la Sinfónica, pero no se pueden comparar en términos laborales, ni musicales (risas).

Díaz señala que la figura de un director no se limita a mover las manos, sino que hay que saber hacer trabajo de gestión de todo tipo. En su caso, dice, la hace de arreglista cuando es necesario.

—Entonces no eres el consentido de la Seculta…

Si estuviera consentido ensayáramos en el Alcalá todos los días.

—¿Cuál es el sello que quieres imprimirle a la OSO?

—Que sea una orquesta jovial, brillante en cuanto a sonidos, que además pueda tocar todo lo que tenga enfrente; es decir, de música actual, que sí toque música de hace 500 años, pero que también sea comprometida con los jóvenes compositores mexicanos.

—¿Estás contratado como mando medio?

—¿Qué es eso? No sé. Me imagino que sí.

—¿Cuánto ganas?

—Pregúntale a Flavio. No vaya a decir una cosa, y él otra.

—¿Cómo unos 50 (mil pesos)?

—Hazme la buena…

—Pero tienes alguna compensación, bono…

—No tengo nada de esas cosas, pero te aviso y te paso una mochada… 

SEGUNDO CONCIERTO, SEGUNDA TEMPORADA

De cara al inicio de la segunda temporada de la OSO, Díaz adelanta que además de Yadira Guevara (flautista), Filomeno Ortiz (saxofonista), es el segundo solista oaxaqueño programado. La primera estrenará una pieza de Dora Vera compuesta para ella, mientras que el segundo hará el estreno en noviembre de un nuevo concierto para saxofón de Eduardo Gamboa. En tanto, Vladimir Sagaydo y Laura Reyes serán los directores invitados.

El segundo concierto de la segunda temporada de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca será este viernes en punto de las 19:00 horas en el teatro Macedonio Alcalá, que abrirá sus puertas para recibir obras de Adalberto Ávalos (“Año festivo”), Dora Vera (“Invocando a la lluvia”, estreno mundial), Carlos Jiménez Mabarak (“Balada de los ríos de Tabasco”) y Blas Galindo (“Sones de mariachi”). El acceso es libre. Cupo limitado.

 

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